Experiencia de Serena

Queridos lectores, lo que váis a leer es una historia distinta, no saber cuáles tú sexualidad te puede confundir.
Dicen, por ahí, que por entender lo que te gusta de verdad, debes experimentar. Por lo que yo viví, no siempre es así, yo sé quién soy por lo que sientí.
Nunca he tenido tiempo por el amor, he tenido que sobrevivir a mí enfermedad, tengo una lucha con un monstruo que sé llama Fibrosis quística, estaba enfocada en eso y en escribir, estudiar, leer y sentir.
Hasta la escuela secundaria me gustaban un poquito los chicos, después me enamoré de mi profesora de Inglés, seguí mirando desde lejos los cuerpos de mis compañeras de gimnasia, y con amistades femeninas con las que vivía demasiado intensamente adentro de mí.
Entoces era una chica muy introvertida, no me sentía a gusto, me sentía como un pez afuera de el agua, me sentía sucia, un bicho raro, estaba reprimida y contaba a mí misma muchas mentiras, inventé una historia y me agarré con las uñas y con los dientes.
Después de la escuela, todo se tranquilizó, hasta las vacaciones veraniegas con mí familia y una chica, mayor que mí y que conocía desde muchos años, una hermana mayor, que me hice probar los mismos sentimientos que probé años atrás por mi profesora de Inglés. Desde ahí, toda la historia que me construí sé derrumbó como un castillo de naipes. Después me enamoré de una chica que ya tenía pareja, pero tuve el coraje de decirle lo que sentía, me temblaban las piernas y también el corazón.
Nunca olvidaré esos días tan dolorosos, lo que le escribí me puso delante de mis sentimientos y no podia más huir de mí misma.
Decidí buscar pareja en la web, rechacé algunas citas heterosexuales, finalmente me rendí, me quede sola porque no me gustaban las citas a ciegas la verdad, y a pensarlo bien, estoy a gusto conmigo misma.
Por muchos años perdí la fé, mi lucha con la enfermedad estaba muy difícil, me sentía mal y me volví rabiosa.
Me devolvieron la esperanza: la ciencia y un chico atrapado en un cuerpo femenino, me enganché a su historia, su valentía y su cuerpo delante de mis ojos era una divinidad griega, sentía mucha conexión con el, aunque estábamos diferentes, pero en algo fallé, sé que estaba simplemente encaprichada de el.
Finalmente ha sido un huracán, para mí, porque gracias a él y a la ciencia, la palabra "imposible" se convertió en "posible".
No confío en el amor, pero tengo buenas amistades con las que comparto mis aventuras y con las que comparto mis experiencias, mi sed de vida, en los bosques encuentro mí espíritu, encontré mi ser y tengo aún muchas cosas que aprender y descubrir.
Lo que me reserva el futuro no lo sé, pero ahora sé que el amor, para mí, no tiene etiquetas, yo me enamoro de las almas y no de el sexo de las personas. Decidí escribir en este blog porque da cada experiencia, se puede aprender, y quería poner mi granito de arena.
Serena.

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